Por si no lo sabéis, somos pocas personas en casa, básicamente la Otra Parte del tándem con su parejo o papá ;) y yo, la parte más pública de Ciertopelo.
Por ese mismo motivo, en cuanto empezamos en el mundo del punto de cruz, patchwork, fieltro, punto y un largo etcétera, sabíamos que los límites de nuestro hogar estaban bien definidos. Este año, Sara dijo que ya no podíamos hacer más colchas... pero que teníamos muchos retales para hacer cosas y con las camisetas no íbamos a llegar a ninguna parte. ¿qué es lo que ha pasado? Que hemos hecho dos colchas más >.<
No son colchas al uso, no son perfectas para nuestras camas, están hechas para ponerlas a los pies cuando de madrugada te entra frío, por ese motivo son más pequeñas y finitas.
La primera ya está terminada y en mi cama, la segunda... estamos en proceso. De hecho ahora estamos en el proceso de acolchar, proceso en el que con un hilo más resistente unimos la tela trasera con el relleno y la delantera haciendo un dibujo.
Normalmente lo gente lo hace a máquina pero... a) son carísimas, b) pierde el encanto.
Así que ya sabéis lo que hemos hecho este fin de semana, ¡pero aún no hemos acabado! Eso sí, no queríamos quedarnos sin enseñároslo:
¿Os gusta la combinación de las telas?
Cuando terminemos de acolchar os la enseñaremos entera.
Y vosotros, ¿acolcháis?
Un beso
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